Lecciones Aprendidas Amazonía Joven

EJE TEMÁTICO 3. FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL PARA EL DESARROLLO DE CAPACIDADES

LECCIÓN APRENDIDA 17. Grupos de ahorro y crédito herramienta clave para la sostenibilidad financiera de las comunidades


  • Amazonia Joven, promovió los Grupos de Ahorro y Crédito -GAC, como un mecanismo para desarrollar capacidades financieras a las organizaciones, en un territorio con un muy bajo nivel de bancarización y de acceso al sector bancario. En ese sentido, se crearon 24 grupos de ahorro y crédito con el fin de promover dinámicas económicas solidarias y colectivas en la Cuenca Media del Río Caguán, vinculando adultos, adultas y jóvenes.

    Estos grupos ahorraron en total $44.011.000 millones de pesos colombianos y crearon 48 créditos con intereses entre el 2% y el 3%, por valor de $13.960.000 millones de pesos colombianos, generando un total de $640.000 pesos en ganancias totales para 11 de los 24 grupos.

    El 48% de los créditos fueron cancelados y los intereses se distribuyeron en el marco de la liquidación de los grupos. 19 de éstos están ubicados en centros poblados, 5 en las veredas aledañas y 4 surgen de organizaciones productivas, Asociación de ganaderos de Rionegro, ASOPABOL, Comité Agropecuario Constructores de Paz y Mujeres Tayaru.

  • ¿Cómo fue la experiencia en el marco del proyecto?

    El proceso de conformación de los grupos de ahorro y crédito inició con un proceso de sensibilización y conformación, enfrentándose a un fenómeno de prevención de los pobladores, con relación a un manejo colectivo del dinero, y si efectivamente, estos grupos eran funcionales a nivel comunitario.

    Sin embargo, tras el proceso de formación en esta metodología, las comunidades organizadas, lograron una mayor comprensión de la iniciativa, reduciendo dudas y riesgos derivados y vinculándose activamente.

    Esta estrategia surgió como mecanismo para desarrollar procesos de economías sostenibles, al tiempo que generará conciencia de una cultura del ahorro a partir del trabajo coordinado, la organización comunitaria y la confianza, para atender a necesidades de las familias y las comunidades, y sus procesos productivos.

    Además de generar economías solidarias y sostenibles, los Grupos de Ahorro y Crédito, permitieron generar valores específicos como la solidaridad, el respeto, la comprensión y el compartir comunitario, manteniendo además acuerdos constantes, su cumplimiento y responsabilidad. El desarrollo de estos valores permitió, además, generar procesos de resolución de conflictos efectivos desde el acuerdo y el diálogo. El compromiso organizativo también contribuyó al alcance de metas específicas de manera colectiva. Si bien, no todos los grupos desarrollaron apuestas crediticias, aquellos donde sí sucedió, lograron alcanzar beneficios al interior de los grupos, como ampliamente para la comunidad.

    Finalmente, los GAC se constituyeron en un complemento al proceso de capital social existente, así como, una nueva capacidad local que queda instalada y que puede ser de gran utilidad para la sostenibilidad financiera de las organizaciones del territorio.

  • ¿Qué aprendimos?

    Una de las lecciones clave de este proceso fue que al incorporar iniciativas de microfinanzas rurales orientadas al ahorro y crédito comunitario en proyectos de desarrollo local sostenible, además de desarrollar capacidades para generar capital autogestionado, especialmente en territorios aislados con población con poco acceso a servicios bancarios, fortalece la integración comunitaria, construye confianza y en el largo plazo puede contribuir a la sostenibilidad económica de las iniciativas locales.

    Así mismo, esquemas de “banca comunitaria” como lo Grupos de Ahorro pueden generar dinámicas de economía local, que permiten desarrollar referentes de ahorro colectivo, clave para procesos posteriores de desarrollo asociados al cooperativismo, al mismo tiempo que contribuye a romper las dinámicas de asistencialismo, al demostrar que es posible construir riqueza desde las propias comunidades.

    Finalmente, los GAC se constituyen en una herramienta que debe ser siempre parte de los procesos de fortalecimiento social y organizacional, orientados a la sostenibilidad financiera de los colectivos en los territorios.

  • ¿Qué aportamos a la Paz?

    El Acuerdo de Paz de la Habana, establece como uno de los mecanismos para la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa, entre otros, el crédito.

    En ese sentido indica la necesidad de “…estímulos a la economía solidaria y cooperativa: con el propósito de estimular diferentes formas asociativas de trabajo de o entre pequeños y medianos productores y productoras, basadas en la solidaridad y la cooperación, y que promuevan la autonomía económica y la capacidad organizativa en especial de las mujeres rurales, y fortalezcan la capacidad de los pequeños productores y productoras de acceder a bienes y servicios, comercializar sus productos y en general mejorar sus condiciones de vida, de trabajo y de producción, el Gobierno Nacional creará e implementará el Plan Nacional de fomento a la economía solidaria y cooperativa rural”.

    Establece también la necesidad de “acompañamiento, apoyo técnico y financiero a las comunidades rurales —hombres y mujeres— en la creación y fortalecimiento de cooperativas, asociaciones y organizaciones solidarias y comunitarias, especialmente aquellas vinculadas con la producción y el abastecimiento alimentario…,el fortalecimiento de las capacidades productivas y de las condiciones de acceso a los instrumentos de desarrollo rural (medios de producción, asistencia técnica, formación y capacitación, crédito y comercialización, entre otros)”.

    De igual manera, indica “…estimular la economía solidaria y cooperativa como medio para canalizar recursos y servicios a la población rural…”

    Amazonia Joven, a través de los GAC dejar instaladas capacidades y algunas condiciones clave para futuros procesos de desarrollo cooperativo y de economía solidaria, pues desarrollo estos procesos de forma colectiva y participativa con rápidos resultados a nivel local, pero también con la construcción de confianza entre los mismos miembros de la comunidad.

    Esto tiene un inmenso valor especialmente en zonas afectadas por la guerra donde además de los procesos de fragmentación social, se suma la desconfianza entre los pobladores. De otro lado, adelantó un proceso de sensibilización y formación, así como, de acompañamiento y asistencia técnica, que también se constituye en referente e insumos para futuros procesos de promoción cooperativa a nivel territorial