El proyecto Amazonia Joven promovió el establecimiento de 5 acuerdos territoriales basados en la conservación de los recursos naturales del territorio, especialmente en la conservación y aprovechamiento sostenible del bosque y la protección de fuentes hídricas. A partir de estos acuerdos, se fortalecieron capacidades territoriales, se definieron planes ambientales comunitarios y acciones colectivas para su realización. Así mismo, se contribuyó a la construcción de visiones colectivas sobre el territorio y se fomentaron alianzas con entidades públicas del Caquetá para la implementación de planes comunitarios derivados de los acuerdos.
Uno de los propósitos de Amazonia Joven, fue la conservación del bioma amazónico y la explotación sostenible del ecosistema, procurando el buen vivir de los pobladores en el territorio. Por esa razón, tanto desde la promoción de modelos agroalimentarios, como desde los procesos de diálogo comunitario, este asunto tuvo protagonismo relevante, particularmente en la búsqueda de consensos sobre cómo avanzar en la protección y manejo sostenible del ecosistema. Es así como, el proyecto promovió los acuerdos ambientales territoriales como mecanismo para conciliar elementos básicos alrededor de visiones compartidas de los participantes en torno al asunto ambiental.
Este proceso inició identificando de forma participativa las dificultades ambientales del territorio, como resultado los participantes señalaron los más relevantes: la deforestación debido a la ganadería extensiva, el mal manejo de las basuras, la contaminación del río Caguán, el uso indiscriminado de agrotóxicos, entre otros. Con base en estos diagnósticos comunitarios, se construyen Acuerdos Territoriales entre las comunidades y derivado de ello se elaboran colectivamente Planes de Acción territorial que dieran solución, articuladamente, entre los actores territoriales, a dichas problemáticas.
Estos Acuerdos y Planes territoriales fueron radicados por las comunidades en las alcaldías municipales, la gobernación del Caquetá, CORPOAMAZONIA y el Sena, con el propósito de conseguir respaldo y vinculación institucional para su realización. Los Acuerdos buscan la planeación y gobernanza sostenible de la cuenca del río Caguán, así como de sus asentamientos humanos ribereños, que apuntan a construir colectivamente nuevos modelos de desarrollo sostenible amazónicos. Esta apuesta, que ha contribuido a una revaloración del capital natural y a la apropiación del territorio por parte de los participantes, pretende establecer un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de esos recursos y la conservación del bioma amazónico, así como de los recursos hídricos.
Es importante anotar, que derivado de los acuerdos territoriales, se desarrollaron sinergias con varios componentes del proyecto, que se materializaron en decisiones cuya realización fue adelantada con las mismas comunidades y con un papel relevante de los jóvenes, generando un proceso de fortalecimiento comunitario, involucramiento de distintos actores territoriales, y la reconstrucción del tejido social de las comunidades priorizadas.
Entre ellos se destacan, la construcción de 4 parques biosaludables, que permitió la ocupación del tiempo libre de jóvenes, niños y niñas y personas adultas. De otro lado, se realizó el embellecimiento de espacios comunitarios, al igual que la realización de eventos de memoria histórica, que permitió fomentar la cohesión entre las comunidades y el fortalecimiento del arraigo territorial, al generar conciencia sobre la historia territorial y permitir embellecer zonas comunes en zonas poco intervenidas, a partir de la reforestación, siembra de especies ornamentales y el embellecimiento de fachadas.
Los Acuerdos Territoriales, como mecanismos de conservación, preservación y cuidado medioambiental, se gestan como mecanismos de integración territorial de distintos actores frente a este compromiso. El respaldo y validación a nivel institucional, con las alcaldías y la gobernación, hicieron parte de la construcción de Planes de Acción que permitieron desarrollar elementos para un “Modelo de Desarrollo Sostenible” potencialmente útil para el territorio. La articulación de dichos acuerdos junto con actividades como los Eventos de Memoria Histórica, la construcción de Parques Biosaludables y el Embellecimiento de Zonas Comunitarias, fortaleció aún más el arraigo territorial y la conciencia medioambiental.
Amazonía Joven también demostró, que en territorios frágiles ambientalmente realizar diagnósticos con la comunidad a profundidad permite identificar el estado actual de los recursos naturales y generar una sensibilización efectiva entre las y los pobladores y construir procesos de planeación de corto, mediano y largo plazo para mitigar los daños y prevenir los riesgos futuros al medio ambiente.
Cuando estos procesos derivan en acuerdos entre la misma comunidad para conservar y preservar los recursos naturales, además de integrar y empoderar a los diferentes actores comunitarios, provee herramientas que facilitan su gestión e incidencia con actores públicos, autoridades ambientales y otros actores territoriales. Así mismo, cuando esos acuerdos se materializan en planes de acción concretos, la capacidad de diálogo y gestión con actores institucionales, privados y de la cooperación internacional, se incrementa las posibilidades de realización de las iniciativas acordadas por la comunidad.
Amazonia joven con este proceso deja validada una metodología potencialmente replicable sobre cómo construir con comunidades y actores públicos apuestas de conservación, y aprovechamiento sostenible del ecosistema, al mismo tiempo que desarrolla capacidades con las comunidades para revalorar y gestionar adecuadamente el territorio.
La estabilidad de la paz territorial se fundamenta entre otros elementos en la sostenibilidad ambiental en tanto constituyen los sustentos del territorio. En ese sentido los Acuerdos de Paz indicaron que “...que la nueva visión de una Colombia en paz permita alcanzar una sociedad sostenible, unida en la diversidad, fundada no sólo en el culto de los derechos humanos sino en la tolerancia mutua, en la protección del medio ambiente, en el respeto a la naturaleza, sus recursos renovables y no renovables y su biodiversidad”¹⁵.
Amazonía Joven hace una contribución de alto valor sobre cómo armonizar las urgentes apuestas relacionadas con la protección de los recursos naturales, su aprovechamiento sostenible, con la inclusión y participación de las comunidades, con un énfasis en los jóvenes y las mujeres, buscando también la sostenibilidad social. Si bien, el proyecto no logra transformar todo el territorio, si logra mostrar caminos y señalar rutas, construidas con las mismas comunidades sobre cómo hacerlo. Estos saldos pedagógicos tienen una gran significancia para guiar futuras intervenciones de la cooperación o del sector públicos tanto en las agendas de consolidación de la paz, como en las iniciativas de promoción del desarrollo rural con enfoque territorial.
Los planes y acuerdos territoriales desarrollados a través del proyecto, así como, otros procesos como los Custodios de Semillas, y las apuestas de formación a través de los Diplomados con jóvenes sobre Economías Verdes y Emprendimiento, pueden ser insumos y capacidades frente a una apuesta de los Acuerdos de Paz que indican que “se deben desarrollar en un “plazo no mayor a 2 años un Plan de zonificación ambiental que delimite la frontera agrícola y que permita actualizar y de ser necesario ampliar el inventario, y caracterizar el uso de las áreas que deben tener un manejo ambiental especial, tales como: zonas de reserva forestal, zonas de alta biodiversidad, ecosistemas frágiles y estratégicos, cuencas, páramos y humedales y demás fuentes y recursos hídricos, con miras a proteger la biodiversidad y el derecho progresivo al agua de la población, propiciando su uso racional”