El bioma amazónico, y en particular la Cuenca Media del Río Caguán, por su parte, al ser un ecosistema tan biodiverso y frágil, y de vital importancia para el equilibrio ambiental de la Amazonía colombiana, y en general de todo el territorio nacional, se ve amenazado hoy por la ganadería extensiva responsable de buena parte de la deforestación del bosque, la potrerización de la selva y la pérdida de la biodiversidad; y se posiciona como el principal renglón de la economía local licita por el volumen de producción de leche, queso y carne.
Según el Comité de Ganaderos de Caquetá en el 2020 solo San Vicente del Caguán y Cartagena de Chairá contaban con un inventario ganadero de 1.261.730 reses, el 58% de todo el Departamento.
Además de brindar estatus, la ganadería también permite la acumulación de capital y brinda liquidez económica, tanto a pobladores del territorio, como a muchos actores ilegales relacionados con el narcotráfico y otras actividades ilícitas. Esto hace que la ganadería tenga un papel relevante y central dentro de las actividades agropecuarias en esta zona, dificultando su reconversión a otros procesos productivos de carácter sostenible.
Este fenómeno, se ha visto acelerado tras los acuerdos de paz de La Habana en donde, como se ha dicho, la deforestación⁴, la minería ilegal, la producción de hoja de coca⁵y el avance de la frontera ganadera, son los grandes generadores de esta situación.
A pesar de los esfuerzos del estado, de la sociedad civil y la cooperación internacional, esta dinámica aún se mantiene, con los riesgos de la pérdida irreversible del patrimonio genético natural (semillas nativas) el cual hoy es clave para el equilibrio natural del ecosistema amazónico, así como para promover procesos de desarrollo sostenible en el territorio.
A pesar de los esfuerzos del estado, de la sociedad civil y la cooperación internacional, esta dinámica aún se mantiene, con los riesgos de la pérdida irreversible del patrimonio genético natural (semillas nativas) el cual hoy es clave para el equilibrio natural del ecosistema amazónico, así como para promover procesos de desarrollo sostenible en el territorio.
Si bien, las comunidades son conscientes de los impactos de la pérdida de especies de alto valor biológico y comercial, no han contado con apoyos suficientes para preservarlo y recuperarlo. Esta situación fue enfrentada por Amazonía Joven desde el inicio de sus actividades las cuales han procurado incorporar procesos de protección del bosque a través de sistemas de producción sostenible, custodios de semillas o acuerdos de conservación buscando opciones basadas en la comunidad. Todo esto se enmarca en la apuesta por un modelo de desarrollo sostenible y acorde al contexto amazónico, impulsado desde Corpomanigua.
Esta Cuenca, es finalmente un territorio ambientalmente estratégico para el bioma amazónico que, principalmente producto de la cultura de la coca, fue perdiendo gradualmente su tradición productora de alimentos heredada de los primeros colonizadores que traían un acervo agrícola de sus territorios de origen.
La dinámica asociada al narcotráfico, además de provocar un fenómeno de crecimiento del dinero circulante y de procesos inflacionarios, desestimuló la producción de alimentos y provocó una dependencia agroalimentaria externa.