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Procesos para la gestión del conocimiento   

Ante el interés de la Corporación en iniciar un camino que les permita progresivamente ser una organización de conocimiento, es de gran importancia tener un panorama inicial sobre las capacidades existentes tanto individuales como colectivas, que permitan definir un plan de acción claro para llevar a cabo un proceso de gestión de conocimiento al interior de la corporación. Para ello, como se ha venido mencionando anteriormente, el modelo integral de gestión del conocimiento* considera necesario la incorporación de actividades intencionadas en los componentes de gestión de información, comunicación estratégica, y gestión del conocimiento, estos articulados por una estrategia de seguimiento que soporte tanto el flujo de información como las acciones para su transformación en conocimiento (especialmente en activos).

Ahora, estos componentes por sí solos o abordados de la manera tradicional como se desarrollan en las organizaciones, no logran generar acciones sistemáticas para aportar óptimamente a la gestión del conocimiento (estructurado y formalizado), razón por la cual, es necesario analizar su implementación o estado de avance desde el punto de vista de cómo transversalmente en ellos se incorporan o adelantan actividades que propicien la identificación, adquisición, retención, desarrollo, difusión y utilización (procesos estratégicos de gestión del conocimiento). Entiéndase entonces que el diagnóstico incluye análisis tanto de los componentes como de los procesos estratégicos de la gestión del conocimiento transversalizados o articulando por un lado temas asociados a la estrategia (apuesta de la Corporación y su estructura funcional y misional), los métodos (los como de las acciones de la organización), y las capacidades.

En función de los procesos, tenemos entonces que para el diagnóstico en principio es necesaria la identificación de conocimientos al interior CORPORMANIGUA, para ello, se determina el conocimiento existente, teniendo en cuenta aspectos como la claridad que tienen los asociados y asociadas frente a su quehacer y hacia su apuesta territorial, así como la implementación de sus programas y la incorporación de estrategias y enfoques definidos para el cumplimiento de su misión.

Así mismo, se adelanta la identificación de capacidades individuales, determinando las personas expertas en temas particulares dentro de la Corporación, su perfil profesional, su rol, así como sus habilidades en el marco de las acciones que desarrolla la organización, lo cual permite identificar en donde se encuentra localizado parte del conocimiento de la organización, e indagar este como circula y si pasa o no por algún tipo de transformación o intercambio.

En este aparte, también cobra importancia la indagación sobre los procesos y metodologías, documentos, sistematizaciones y lecciones aprendidas que se han identificado, permitiendo conocer el conocimiento especifico con que cuenta la Corporación actualmente.

Otro elemento determinado en la GC es identificar procesos que añadan valor en la adquisición de conocimiento. Esto requiere establecer los espacios o mecanismos externas donde la Corporación adquiere nuevos conocimientos, así como la facilidad u oportunidad que existe al interior de la Corporación para que sus asociados, asociadas o colaboradores puedan ampliar sus conocimientos para aportar al desarrollo y cumplimiento de la misión, a su vez, la identificación de temáticas donde se requieran nuevos conocimientos son elementos importantes en promover una cultura de conocimiento.

Dado que procesos como la organización de la información, la documentación y la sistematización de esta, inciden en la retención misma del conocimiento por parte de los miembros de la Corporación; determinar el estado de la información, los mecanismos que se utilizan en la identificación de lecciones aprendidas y los procesos que aplican en la sistematización de buenas prácticas, son insumos fundamental para la identificación del estado de avance o la potencialidad que se da en términos de retención de saberes como parte de la gestión de conocimiento en la organización.

Contar una clara estrategia de comunicación garantiza que el conocimiento generado se pueda divulgar, transferir fácilmente y coadyuva al posicionamiento estratégico de la organización, de allí a que es determinante entender el estado de la comunicación interna y externa, así como la utilización de mecanismos para difusión de información, página web, redes sociales, entre otros.

Finalmente, el uso de los conocimientos generados a través de la experiencia misma de los procesos determina el posicionamiento estratégico de la organización.