Desde su aparición y gracias a la globalización, tanto el concepto como los enfoques, ámbitos de aplicación y alcances de la gestión del conocimiento se han transformado y evolucionado adaptándose a las necesidades, y acorde con los resultados de investigaciones y experiencias de quienes se han interesado en desarrollarlo. Como sabemos, existen tantas definiciones, abordajes de conceptos y términos para entender la gestión del conocimiento como autores y analistas hay *.
En este marco y teniendo en cuenta que, si bien existe gran diversidad de conceptos y enfoques, y que varios de ellos tienen similitudes y bases conceptuales homogéneas, INNOVATE no pretende dar definiciones únicas o asimilar para su ejercicio propio de manera exclusiva la posición o desarrollo teórico de un autor o grupo de autores en particular, por el contrario; entendemos la gestión del conocimiento como un concepto dinámico y flexible que crece y se actualiza o transforma permanentemente según las innovaciones inherentes al desarrollo y evolución del pensamiento y conocimiento colectivo.
Ahora, como parte del necesario ejercicio de actualizar y asimilar las permanentes transformaciones de los fundamentos teóricos en la materia, y en función de la construcción de nuestro modelo integral de gestión del conocimiento; a partir del estudio de diversos autores y según las necesidades propias de cada organización con la que trabajamos, adoptamos y/o adaptamos algunos de los desarrollos teóricos existentes para acercarnos a algunos referentes conceptuales que nos permitan un entendimiento colectivo homogéneo y que sirvan de guía al lector para entender el punto o foco de análisis aplicado por nuestra compañía y especialmente en la consultoría adelantada para CORPOMANIGUA.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, en este apartado compartimos algunos de los conceptos más relevantes que desde nuestra perspectiva y comprensión se han tenido en cuenta para el desarrollo del presente ejercicio de diagnóstico y que son tomados como referentes para entender la gestión del conocimiento en organizaciones como CORPOMANIGUA, y por tanto son alguno de los más utilizados en el modelo integral de gestión de conocimiento de INNOVATE.
Más allá de las fuentes bibliográficas y de las profundizaciones académicas, hoy se tiene una conciencia clara respecto a que el conocimiento es el mayor bien de una organización y por lo tanto el mismo debe ser gestionado interna y externamente. Por tanto, la gestión del conocimiento se sitúa entre las principales herramientas para mejorar las ventajas competitivas, como medio óptimo para articular procesos y procedimientos, aprovechar al máximo el capital humano, aumentar la eficiencia y lo que es más importante, es el proceso a través del cual se identifican las lecciones aprendidas, buenas prácticas y oportunidad de mejora, lo cual induce a un proceso constante de cambio y mejora en el que y como del quehacer institucional.
Inicialmente es necesario comprender la relación jerárquica entre los datos, la información y el conocimiento, ejes fundamentales para una adecuada gestión de conocimiento.
Esta relación ha sido ilustrada por diversos autores y analistas como una pirámide, en cuya base se encuentran los datos, entendiendo que .“un dato es una representación simbólica, característica o atributo de algo; no tiene valor en sí mismo por estar descontextualizado, pero es susceptible de ser procesado adecuadamente para obtener información”, el siguiente nivel surge a partir de la transformación de los datos, es por ello que “la información, se define como un conjunto organizado y procesado de datos que adquieren de esta manera una cualidad propositiva; es decir, que los dotan de un sentido respecto de una entidad”.
Continuando con el escalamiento y la relación encontramos entonces que "el uso de la información para la consecución de determinados objetivos, su aplicación a la solución de problemas y a la toma de decisiones, es lo que conforma el conocimiento", el cual encuentra su cúspide en la sabiduría, en donde se considera fundamental e indispensable la optimización del conocimiento adquirido o creado.
Posiblemente uno de los modelos de gestión del conocimiento con mayor influjo, es el basado en la creación interna de conocimiento en las organizaciones a partir de Nonaka, I. & Takeuchi (1995) a partir del cual se comprende la necesidad de dar conversión al conocimiento (clasificado en dos tipos -tácito y explicito-) mediante los procesos de producción y transformación de este y que hace parte de la denominada espiral de conocimiento.
En este sentido, podemos decir que la gestión del conocimiento promueve la identificación clara y precisa del saber hacer de cada organización como un activo con capacidad para producir impactos sociales, económicos e institucionales de largo plazo el cual se transforma, transfiere, divulga y utiliza como parte del permanente accionar de cada organización en todos y cada uno sus niveles.
Con el fin de desarrollar el conocimiento para lograr el escalamiento de los datos e información, encontramos que es necesario implementar procesos asociados a la gestión del conocimiento, los cuales actualmente, tienen un abordaje conceptual y heterogéneo, pero que en su mayoría tienen su centro de gravedad en torno al capital humano y del como a partir del aprovechamiento de los conocimientos individuales y colectivos se logran dinamizar acciones para dinamizar actividades que propender por instalar capacidades para la gestión del conocimiento en las organizaciones.
Son seis los procesos estratégicos para la gestión del conocimiento generalmente abordados, según Probost (2001) y algunos otros autores y analistas, los procesos se orientan a la identificación, adquisición, retención, desarrollo, difusión, y utilización del conocimiento*, que en el marco del diagnóstico para CORPOMANIGUA resumimos en la siguiente ilustración.
La implementación de estos procesos estratégicos puede ser entendida desde su aplicación práctica, con los siguientes conceptos (adaptados de BID):
Como vemos, la sistematización está asociada o se deriva del proceso de retención, por su parte las lecciones aprendidas tienen tanto con la identificación como con el desarrollo y el uso, al igual que las buenas prácticas.
El concepto general más conocido o utilizado para el término “activo” se encuentra en los aspectos contables, que entendemos como aquellos bienes o recursos de propiedad o de los que dispone una empresa y que pueden convertirse o representarle dinero, así como aquellos bienes que si bien no son materiales le representan beneficios (ej. know how), entonces; podríamos decir que el conocimiento de una organización se considera un activo en la medida que éste le genera valor a la compañía. Este valor, podrá ser no solo en términos monetarios sino también como generador de eficiencias y mejoras internas.
Según Baldrige (2003) el término activos de conocimiento “se refiere a los recursos intelectuales acumulados de su organización. Es el conocimiento que posee su organización y su fuerza laboral en forma de información, ideas, aprendizaje, comprensión, memoria, conocimientos, habilidades cognitivas y técnicas y capacidades. Su fuerza laboral, bases de datos, documentos, guías, políticas y procedimientos, software y patentes son depósitos de los activos de conocimiento de su organización. Los activos de conocimiento no solo están en manos de una organización, sino que residen dentro de sus clientes, proveedores y socios.
Los activos de conocimiento son el “saber hacer” que su organización tiene disponible para usar, invertir y crecer. La construcción y gestión de sus activos de conocimiento son componentes clave para que su organización cree valor para sus partes interesadas y ayude a mantener el éxito del desempeño general de la organización.”
En este sentido, si bien cualquier conocimiento es considerado como un activo pues genera valor bien sea a los individuos u organizaciones, se puede decir que los activos de conocimiento son aquellos conocimientos valiosos de la organización los cuales deben ser preservados, divulgados ampliamente, estar en constante crecimiento o aportar a la creación de nuevos conocimiento, y ser dispuestos especialmente para ser susceptibles de intercambio y en algunos casos ser estructurados como bienes potencialmente transables.
- Mapas de conocimiento
Según Davenport (1997), el conocimiento es “información combinada con experiencia, contexto, interpretación y reflexión. Tiene un alto valor porque está preparado para ser aplicado a las decisiones y a las acciones”, es entonces de gran importancia para las organizaciones tener claro quien o quienes poseen el conocimiento y en donde está localizado.
Los mapas de conocimiento son entonces, una herramienta a partir de la cual se identifica dónde se encuentra el conocimiento clave o estratégico para las organizaciones, organizado en función de los objetivos que se trace, en algunos casos se muestran sus características, pero no lo describen. Estos mapas se utilizan como herramienta visual entre otras cosas para mostrar quien sabe o “conoce” de temas específicos (capacidades, habilidades, competencias, procedimientos, ente otros.), o donde está localizado el conocimiento, con el propósito de identificar y relacionar personas o conocimientos de tal manera que se facilite la transferencia y socialización interna y externa.